El efecto del sol sobre la piel, la actividad muscular (gesticulación), la gravedad, la perdida de volumen de los tejidos y la genética juegan un papel decisivo en el proceso de envejecimiento de la cara.
El envejecimiento de la parte superior de la cara impacta de manera negativa en la imagen de una persona, da la apariencia de estar cansado, adormilado, triste e incluso enojado.
Cuando se planea la corrección de la cara envejecida, el rejuvenecimiento de la parte superior de la cara desempeña un papel fundamental en el manejo integral y el éxito del resultado final.
Los ojos son el componente más expresivo de la cara y un elemento clave para obtener buenos resultados en cirugía plástica facial. Se debe evaluar cuidadosamente las características físicas para determinar que técnica quirúrgica se debe utilizar. En el enfoque integral del rejuvenecimiento de la parte superior de la cara debemos tener en cuenta la piel y la musculatura de la frente, la forma y posición de las cejas, la forma y posición de los parpados, las patas de gallina, el entrecejo y la perdida de volumen de los tejidos. La evaluación cuidadosa y detallada de estos elementos nos orienta hacia los procedimientos quirúrgicos ideales que nos permitan solucionar estas alteraciones seniles.
En los últimos diez años se han desarrollado nuevas estrategias quirúrgicas y no quirúrgicas que nos permiten lograr un rejuvenecimiento natural sin alterar la expresión propia de cada paciente. Apoyados en la tecnología logramos excelentes resultados sin necesidad de hacer procedimientos altamente invasivos. La mayoría de los procedimientos son ambulatorios y generan mínima incapacidad lo que permite reincorporarse prontamente a las actividades laborales.
En la actualidad podemos brindarle a los pacientes un sinnúmero de alternativas que nos permiten solucionar todas las alteraciones que surgen en el proceso de envejecimiento.